Como componente central en sistemas de refrigeración automotriz o industrial, Mangueras de aire acondicionado tipo C son responsables de la tarea crítica de transmitir refrigerantes de alta presión. Una vez que la manguera se filtra o se rompe debido al desgaste o el envejecimiento, puede reducir la eficiencia del sistema en el mejor de los casos y causar accidentes de seguridad en el peor.
1. Inspección visual: capturar anormalidades de la superficie
La capa de goma exterior de la manguera es la primera línea de defensa contra la erosión ambiental. Los primeros problemas se pueden descubrir rápidamente inspeccionando visualmente los siguientes detalles:
Grietas y grietas: la exposición a largo plazo a altas temperaturas o ambientes de ozono puede causar fácilmente grietas finas en la superficie de la manguera, especialmente en las curvas.
Hinchazón o deformación: cuando la presión del refrigerante es anormal o la estructura interna de la manguera está dañada, las áreas locales pueden abultarse o torcerse.
Acumulación de aceite o suciedad: los grupos de aceite o polvo en las articulaciones de la manguera pueden ser evidencia indirecta de fuga de refrigerante.
Consejo profesional: use una linterna fuerte para brillar diagonalmente en la superficie de la manguera para identificar más claramente las grietas finas.
2. Prueba de toque y dureza: evaluar la degradación del rendimiento del material
Los materiales de caucho se endurecerán o se ablandarán después del envejecimiento, lo que resulta en una resistencia a la presión reducida.
Inspección táctil: presione la manguera con los dedos. El caucho saludable debe tener elasticidad moderada y rebotar rápidamente; Si se siente pegajoso (suavizado) o rígido (endurecido), esté atento.
Medición de dureza y detección cuantitativa: use un probador de dureza en tierra para medir. Si el valor de dureza se desvía del valor inicial en más de ± 5 grados, indica que el material ha envejecido significativamente.
3. Prueba de ajuste del aire: ubique las fugas ocultas
Incluso si no hay un daño obvio en la superficie, aún pueden ocurrir micro fugas debido al desgaste interno o las articulaciones sueltas.
Método de detección de agua de jabón: aplique agua jabonosa a la superficie de la manguera y observe la ubicación de las burbujas después de la presurización.
Detector de fugas electrónicas: localice con precisión la fuente de pequeñas fugas, adecuada para sistemas de tuberías complejas.
Prueba de descomposición de presión: presurice la manguera a 1.5 veces la presión de trabajo y mantenga la presión durante 15 minutos. Si la presión cae en más del 10%, se considera que está fallado.
4. Inspección endoscópica: ver a través del daño de la estructura interna
Si el nylon o el revestimiento de goma de la capa interna de la manguera está dañada, puede causar contaminación de refrigerante o flujo anormal.
Exploración de endoscopio flexible: inserte la sonda a través del puerto de la manguera para verificar si la pared interior está despegada, perforada o integrada con materia extraña.
Áreas de enfoque clave: partes de la manguera con un pequeño radio de flexión y la pared interna de la articulación, que son propensas a usar debido a la concentración de tensión.
5. Análisis de datos ambientales e históricos
La velocidad de envejecimiento de la manguera está estrechamente relacionada con su entorno de uso:
Registro de temperatura: La exposición a largo plazo a un entorno superior a 80 ° C acelerará el deterioro del caucho.
Historial de exposición química: las mangueras expuestas al aceite del motor, las sustancias ácidas o los solventes deben acortar el ciclo de inspección.
Vida útil: después de exceder la vida útil recomendada por el fabricante de 5-8 años, se recomienda reemplazarlo incluso si la apariencia está intacta.